El Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia está formado por cuatro archipiélagos situados frente a las Rías Baixas, en la costa noroeste de la Península Ibérica: Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada que, junto con el mar que los rodea (que constituye el 86% de la superficie total del parque nacional), conforman un espacio único y diverso, donde el clamor del Océano Atlántico susurra al compás del viento.

Las Islas Atlánticas actúan como una barrera natural que protege del océano a las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa. Albergan una gran riqueza natural con paisajes impresionantes que cautivan a quienes las visitan:

– En tierra firme se pueden apreciar sistemas dunares y playas, impresionantes acantilados, matorrales de tojo y brezo en Ons, boquetes de roble costero o roble melojo y la riqueza bioscosa de la isla de Cortegada.

– Bajo la superficie del mar se conservan los ecosistemas marinos más destacados: Con fondos rocosos, que albergan los bosques de algas pardas (Sacorhiza polyschides y Laminaria spp) y que dan refugio a una amplia variedad de seres vivos. Los fondos de arena, depositados por las corrientes marinas en las zonas más resguardadas que, al carecer de sustrato fijo, condicionan a algunos organismos a vivir enterrados, como las navajas y almejas, mientras que otros se mimetizan con la superficie, como el rodaballo. Otros fondos móviles son los formados por algas calcáreas (llamados fondos de Mäerl) y los fondos de cascajo formados por restos de conchas, donde encontramos comunidades semejantes a las de los fondos de arena.